He aquí una canción, Kisses sweeter than wine que conozco desde que en 1957, mi padre se trajo el disco de EE.UU ya que allí alcanzó el nº 1 ese año. A mi me gustó por su ritmo y la letra me resultaba pegadiza. No sabía de esta canción más que había alcanzado el éxito en USA ese año.
Más tarde, investigando, me entero que había sido compuesta por The Weavers en 1950 y esto ya eran palabras mayores. The Weavers fue un cuarteto de musica folk establecido en Greenwich Village y uno de sus componentes era Pete Seeger. Cantaban canciones folk tradicionales de todo el mundo, tanto como blues, gospel, canciones infantiles, canciones de trabajo y baladas irlandesas, y vendieron millones de discos. Su estilo inspiró el boom folk comercial de los años 1950 y 1960, incluyendo intérpretes como The Kingston Trio;The Brothers Four; Peter, Paul y Mary; y Bob Dylan.
Sigo con el tema y me informo que el origen de Kisses sweeter tan wine está en una tradicional balada irlandesa que, en 1937, Leadbelly (otra grandísima figura de la música) cambió algo el ritmo, y en 1950 Pete Seeger la retocó y concluyó. Así el mismo Seeger decía: ¿a quien se debe asignar la autoría de esta canción?. A los irlandeses, por supuesto. A S.Kennedy que nos la enseñó a nosotros?; a Leadbelly por añadir acordes de blues?; a mí, por un par de palabras en el estribillo, a Fred y Ronnie por añadir hasta 5?
Esta canción ha sido cantada por numerosos interpretes famosos tales como: Peter, Paul y Mary, The Jefferson Starship, Jackson Browne y Bonnie Raitt e, incluso, Marlene Dietrich.
Aquí traigo la versión que yo conocí en 1957 de Jimmie Rodgers (no el padre del country del mismo nombre).
Una de las cumbres indiscutibles del cine, rodado en estado de gracia en 1954, “Johnny Guitar” es un film extraño y conmovedor. Western atípico dentro de la historia del cine es ante todo una intensa, poética y apasionada historia de amor. Con secuencias inolvidables y algunos de los diálogos más famosos y míticos de la historia del cine, cómo:
Johnny: Miénteme, dime que aún me quieres como yo te quiero.
Vienna: Aún te quiero tanto como tu a mi.
Un extraordinario y sólido guion y la soberbia dirección de Nicholas Ray proporcionaron a Joan Crawford y a Sterling Hayden uno de los mejores papeles de su vida. La inmortal partitura de Victor Young y Peggy Lee y la canción Johnny Guitar cantada por ella misma forman parte sin ninguna duda de la mítica del film y contribuyen a hacer de “Johnny Guitar” una obra maestra de Nicholas Ray, del western y del CINE con mayúsculas. Una imprescindible obra maestra total y absoluta del cine de todos los tiempos de obligado visionado. Una película y una canción que, desde que tengo uso de razón, me ha acompañado y siempre me ha encantado.
Una alegre y muy conocida canción compuesta y cantada por Neil Sedaka es Calendar Girl de 1961, que fue uno de los primeros videos promocionales de una canción en formato scopitone, un tipo de máquina de discos con película de 16 mm. precursora de los videos musicales. Yo la recuerdo especialmente ya que la escuchaba frecuentemente en el verano del 63, en Los Alcázares, en los discos de propaganda del coñac Fundador. Estos Discos Sorpresa, de los 60 y principios de los 70, eran obsequios que la casa Domecq a los que compraban el coñac Fundador y venían con la canción publicitaria de la casa: ¡Está... como nunca!
De 1961 es One hundred pounds of clay, original de Gene McDaniels mientras que, Une poignée de terre de Johnny Hallyday o 100 kg. de barro de Enrique Guzmán, ya sin Los Teen Tops y canción del verano de 1963 en España (doy fe de ello), salieron aquí en 1962.
También la registraron Dalida y Richard Anthony en Francia. La versión que me llegó primero fue la de Johnny Hallyday acompañando Let twist again aunque enseguida la de Enrique Guzmán se hizo con los primeros puestos al estar cantada en español.
Une poignée de terre - Johnny Hallyday
100 kg. de barro - Enrique Guzmán
El verano de 1965 lo pasé trabajando en un restaurante de oficiales de las fuerzas americanas en Berlin, y en los momentos de descanso oía mucho la radio, sobre todo la del ejército americano allí. Descubrí una muy buena música y entre ellas esta canción que fue número 1 en esa época en todos los países. Mr. Tambourine Man era una cosa nueva para mí y para casi todos los escuchantes. Fue el inicio del folk-rock.
Compuesta y cantada por Bob Dylan para el álbum Bringing it all back home de 1965, The Byrds la escucharon en un disco demo e hicieron su versión que alcanzó el nº 1 en Billboard y en las listas británicas.La grabación fue fundamental en la popularización del folk rock. Fue su primer disco y uno de los más grandes debuts en la historia del rock demostrando que unas buenas letras pueden casar perfectamente con unos riffs de guitarra elécrica (la Rickenbacker de 12 cuerdas de Roger McGuinn) y un sólido acompañamiento de batería.
De la misma manera que The Byrds estuvieron muy influenciados por The Beatles, a su vez estos se inspiraron en ellos posteriormente.
The Spencer Davis Group fue un grupo británico que a finales de 1965 grabaron Keep on running, aunque fue en el verano del 66 cuando más se escuchaba; por lo menos en una discoteca en Santoña a donde iba a tomar algo, escuchar buena música y a hacer tiempo para volver a Madrid. Es curioso que el grupo se llamara así cuando era Steve Winwood el que llevaba la voz cantante, pero como decía uno, aparte de ser el fundador del grupo, a Spencer Davis le gustaba entrevistarse con los periodistas y a los demás no, así que les pareció bien ese nombre. La canción es inconfundible nada más empezar con ese toque de bajo.
Reach out I’ll be there es una canción grabada en 1966 por los Four Tops para la Motown. Escrita y producida por el equipo estrella de la casa, Holland–Dozier–Holland, la canción es una de las más conocidas de la Motown de los 60’s.
Los Four Tops grabaron esta canción en dos tomas, y prácticamente se habían olvidado de ella hasta que fue lanzada, asumiendo que era una pista descartable del álbum. El jefe de la Motown, Berry Gordy tuvo la idea de lanzarla como single y alcanzó un éxito extraordinario. La revista Rolling Stone clasificó esta versión como nº 206 en su lista de "The 500 Greatest Songs of All Time".
En España sonó hasta hartarnos, pero en el curso 66-67, ya en primavera o principios del verano, cuando estudiaba en la terraza con un amigo y a la vista de la terraza de mi novia, siempre había una radio sonando con esta canción.
Ella o quizá más conocida como Me cansé de rogarle fue compuesta por el impresionante Jose Alfredo Jimenez a principios de los 40'. Todos los que tenemos una edad la hemos cantado en más de una ocasión y, posiblemente, con alguna copa de más. Aquí canta Pedro Infante en una película de 1952
A mi me recuerda especialmente un momento del verano de 1963 en que andábamos tarareando esta canción, una chica y yo por una playa de Murcia y no nos poníamos de acuerdo sobre el título. Más tarde nos pusimos de acuerdo en unas cosas si y otras, no. C'est la vie!
Otra canción, ésta chilena de 1947 o poco antes, que los que hablamos español, también de una edad provecta, hemos cantado en más de una ocasión es Yo vendo unos ojos negros, y eso que la versión que nos llegó primero y tuvo más éxito fue de un estadounidense que la grabó en un español bastante deficiente. No tenía ni idea de español y le dieron la letra como sonaba, aún así vendió sus discos en España, América Central y Sud América como rosquillas, era Nat King Cole.
A mi me gustaba intentar cantarla como él. En cuanto escuchabas una de sus canciones en español, sabías que era él.
Es imposible encontrar un video de Nat King Cole con alguna de esas canciones pero muchos años más tarde, cuando el boom de la canción sudamericana y gracias a los amigos canarios, escuché discos de Los Chalchaleros y llegué a verlos en directo, incluso cantando Yo vendo unos ojos negros.
Otras dos canciones de este estilo, que hemos cantado y, como decía antes, siempre algo contentos aunque no sean canciones alegres, y ambas de Jose Alfredo Jimenez son Corazón, corazón y Un mundo raro. Parece mentira pero en Google es más fácil conseguir datos de una canción en cualquier idioma excepto las que son en español y antiguas. Así que no sé en que año se compusieron pero si que al menos son de los 40 del siglo XX o antes.
Siempre me ha gustado Pedro Infante desde que vi un porrón de películas suyas y está considerado de los mejores clásicos mexicanos.
Las canciones de Jose Alfredo Jimenez tienen la suerte de que en España, a poco que se tenga buen gusto, enseguida hacen alguna versión de ellas y, buen gusto tenía Enrique Urquijo tanto con Los Secretos como con Los Problemas, y de ahí su versión de Un mundo raro en una grabación no demasiado buena. Estas canciones, durante el verano del 69 en Las Palmas, eran de las que más cantábamos en un bar de grato recuerdo entre buenos amigos canarios, ron Arehucas y compañeros de trabajo en la potabilizadora.
Y la última de esta entrada en español, es una canción mucho más reciente. Yo la descubrí gracias a mi hija que es una gran fan de Los Secretos y de Enrique Urquijo con Los Problemas, y cuando salió su último disco, Desde que no nos vemos en 1998, nos hicimos rápidamente con el. En un principio creí que ésta, Amor se escribe con llanto era una canción suya, pero un mes antes de morir Enrique, una amiga me dijo que esa canción le sonaba de habérsela escuchado a su abuela cantar.
Indagué algo y si, era compuesta por un colombiano en 1964. Pero Enrique Urquijo la hizo suya con una sensibilidad extraordinaria.
Arvo Pärt nacido en 1935 es un compositor estonio de música clásica y religiosa que es de los muy pocos que me gustan como clásicos del siglo XX (aparte de Mahler) y lo que llevamos de XXI. Pärt trabaja en un estilo minimalista y es el inventor de la técnica de composición llamada tintinnabuli (tintineante) nombre derivado del tañer de las campanas. La música se caracteriza por armonías simples, frecuentemente notas sueltas sin adornos, que fueron la base de la armonía occidental. Parece muy sencilla pero engaña, pues conseguir esa pureza en el sonido es un reto y exige virtuosismo y buen oído para producir el equilibrio armónico y la simetría que la composición requiere. Las dos obras que más me gustan son Für Alina de 1976 y Spiegel im spiegel de 1978. Pärt ha sido el compositor vivo que más se ha interpretado en los 5 años consecutivos de 2010 a 2015.
Für Alina se lo dedicó a la hija de dieciocho años de un amigo de la familia que acababa de ir a estudiar en Londres.
La partitura de Für Alina solo ocupa dos páginas y se toca al piano. La única anotación relativa al tempo es: pacíficamente, en una manera elevada e introspectiva.
Spiegel im Spiegel, en alemán, significa tanto "espejo en el espejo" como "espejos en el espejo", refiriendose a un espejo infinito, que produce una infinidad de imágenes reflejadas por espejos planos en paralelo: las tríadas tónicas se repiten sin fin, con variaciones pequeñas como si reflejaran adelante y atrás
La pieza fue escrita originalmente para un solo piano y violín, aunque el violín a menudo se ha reemplazado con un violonchelo o una viola. La pieza es un ejemplo de música minimalista y produce una serena tranquilidad.
Yo me puedo pasar unas horas escuchándolas y volviendo a escucharlas. Se va uno relajando y deja ir la mente en blanco hasta quedarse hipnotizado o medio dormido, pero en la gloria.
Pärt aprobó el álbum de ECM Alina, grabado en julio de 1995 y sacado a la venta en 1999. Incluye dos variaciones de Für Alina y tres versiones de Spiegel im Spiegel (para piano y violín, violonchelo, y violín, respectivamente). Según las notas del álbum, dos de las versiones, son más bien “improvisaciones caprichosas”, seleccionadas por Pärt de una grabación que duró varias horas. Su música se ha usado en más de cincuenta filmes, tales como: La delgada línea roja, Las invasiones bárbaras, Soldados de Salamina, Fahrenheit 9/11, Pozos de ambición, La gran belleza o Los amantes de Pont-neuf.