La música italiana de los años sesenta, incluso de principios de los setenta y de finales de los cincuenta, tiene un encanto irresistible. A mi, no se por qué, o quizá sería largo de explicar, me da una sensación veraniega, de cuando los veranos eran vacaciones. No es extraño que en aquellos tiempos tuviera un enorme éxito en muchos lugares del mundo, principalmente en España, donde muchos de sus intérpretes conseguían triunfar, ya fuese cantando en italiano o bien haciendo una versión en español de su éxito. Mina combinó a lo largo de su carrera numerosos estilos, desde la música tradicional italiana, a la música melódica, el swing, el pop, el twist, el blues, el jazz, el rhythm & blues, la canción napolitana, la bossa nova y el rock & roll. De todo y además con éxito, ya que ha entrado en las listas de su país nada menos que con casi ochenta álbumes y con más de setenta singles. De record. El mismísimo Louis Armstrong la calificó como la mejor cantante blanca del mundo.
En 1959, con 19 años, grabó su primer gran éxito que a principios del 60 alcanzó el número 1 en las listas. Lo cantábamos y balilábamos hasta la extenuación. Fue Tintarella di luna que incorporaba a la canción italiana el naciente twist y hablaba de una chica que se bronceaba con la Luna y pasaba las noches en el tejado cual si fuera un gato. Al informar del fulgurante éxito de Tintarella di Luna, la prensa italiana solía apostillar con indulgencia: La gioventù ha i suoi diritti (“la juventud tiene sus derechos”). Es un sencillo rock-twist con letra del mismo autor que Nel blu di pinto di blu. El texto, en apariencia sin sentido, era una crítica al fenómeno de las vacaciones en masa con el único objetivo de broncearse al sol.
En 1960 lanza una bomba, Il cielo in una stanza de Gino Paoli (el mismo que en 1963 lanzará la gran Sapore di sale) siendo Mina su primera intérprete. A Paoli no le gustaba demasiado la versión de Mina ya que la consideraba demasiado “urlatore-gritadora”, corriente musical en la que se iniciaron Mina, Celentano, Tony Dallara. También es verdad que Paoli escribió la canción para Ornella Vanoni, su pareja entonces, y fue Mina quien tuvo más éxito.
El tema se transformó rápidamente en un éxito de ventas. Encabezó por once semanas consecutivas la lista de sencillos más vendidos y luego volvió a figurar en la cima otras tres semanas. Se trata asimismo del sencillo con más éxito de Mina en Italia. Mencionada con frecuencia entre los clásicos de la canción italiana Il cielo in una stanza es considerada como una de las obras maestras de Paoli y un punto de inflexión en la consolidación de la carrera de Mina. La temática de la canción llevó a que en un primer momento fuera prohibida por la RAI y las emisoras de radio católicas se negaran a pasarla.
Cincuenta años más tarde, Il cielo in una stanza fue seleccionada en el Festival de San Remo de 2011 como una de las canciones más representativas para celebrar el sesquicentenario de la unificación italiana.
Aquí, una escena de la gran peli de 1961, que siempre recordaré ya que fue una de las que mi padre nos llevaba a ver a toda la familia, La chica con la maleta con Claudia Cardinale . En esta escena suena la canción en la versión de Mina pero como, la escena es más larga que la canción, he añadido la versión de Paoli.
El otro grande grande es Domenico Modugno, cantautor, guitarrista, actor y político. Representó en 3 ocasiones a Italia en el Festival de la Canción de Eurovisión y figura señera del Festival de SanRemo donde actuó 11 veces y ganó 4. Que decir de «Nel blu dipinto di blu» (Volare), triunfo en el Festival de San Remo de 1958. Gracias a «Volare», Modugno se convirtió en el primer ganador del Premio Grammy por grabación y canción del año en 1959.
En 1964 vence en el Festival de Napoles con la canción Tu si' 'na cosa grande, considerada uno de sus clásicos y una canción que me encanta, cantada en dialecto napolitano.
Dio, come ti amo interpretada por primera vez por Gigliola Cinquetti y Domenico Modugno en el Festival de San Remo de 1966 quedó como ganadora, entre otras muy conocidas como El muchacho de la Via Gluck de Celentano y Ninguno me puede juzgar de Caterina Caselli, luego fue la canción que representó a Italia en Eurovisión y quedó la última. Algo olía mal en Luxemburgo ya que no era lógica esa clasificación.
Aquí está la actuación de los dos en Eurovisión. La de Modugno es perfecta. Interpreta con todo el cuerpo, la voz, los ojos, la cara, la boca. Sonríe, se entristece, vuelve a alegrarse y siempre moviendo el cuerpo al ritmo de la canción. Alegra esta interpretación.¡Dio, que buena música se hacía en aquellos años!
Mina Mazzini, fue la pionera grabando temas de Serrat en italiano en varios de sus discos, el primero fue en 1969 con una versión de La Tieta. Para mi, la mejor canción de Serrat, sin duda. La música es la misma mientras que la letra no tiene nada que ver con la original, Mina la titula Bugiardo e incosciente.
En ocasión de uno de sus viajes a España, Mina tuvo la oportunidad de escuchar el trabajo de Serrat y adaptó al italiano La tieta, una canción de la que quedó fascinada, desafiando las reglas comerciales más elementales (una canción lentísima que dura más de 6 minutos, sin estribillo fácil y sin cambio de armonía ni tonalidad. En la cubierta de disco dice: "una canzone che ha fatto innamorare Mina, una canzone forte e tuttavia infinitamente tenera, un dramma e una speranza, certo, ma raccontati in modo come nessuno ha mai ascoltato prima."
En el mismo álbum Bugiardo più che mai...più incosciente che mai, hay una canción que me encanta y que nunca había visto interpretarla a Mina. La tenía desde 1970 grabada en un magnetofón y cuando éste llegó a su fin, no volví a escucharla. Y aquel también fue un buen año. Gracias a YouTube y similares hoy se pueden ver joyas como esta. Non credere de 1969.
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