Es imposible contar aquí la vida de Billie Holiday, que bastante dura fue. Y a quienes le gusta, ya la conocen suficientemente. Y contar lo que supuso para la música, aún sería más largo. Sólo voy a tratar unas canciones, no las más conocidas, pero donde puede vérsela y oírsela en vivo y en directo.
En una corta película de 10 minutos, Symphony in Black, sobre una obra de Duke Ellington, A Rhapsody of Negro Life, la segunda de sus cuatro partes se titula A Triangle: Dance-Jealousy-Blues y el blues es Saddest Tale y lo canta Billie Holiday con 18 años. La orquesta, por supuesto es la de Duke Ellington.
La primera vez que se interpretó Strange fruit en un garito nadie aplaudió. Segundos antes de terminar la canción, cuando la intérprete pronunciaba las dolientes últimas palabras (“esta es una extraña y amarga cosecha”), las luces del Café Society neoyorquino, con capacidad para 200 personas, se apagaron. Instantes después se encendieron, pero la cantante había desaparecido. Billie Holiday estaba vomitando en el pequeño aseo del local, sobrecogida después de su estremecedora interpretación. Los espectadores intentaban recuperar el aliento tras asistir a aquella desgarrada actuación. Fue una pieza breve, compuesta por ella en 1939, que dura solo tres minutos que cambiaron para siempre la historia de la música comprometida.
Melódicamente no es una canción común. Arranca con una melodía de trompeta seguida de un piano. Holiday no entra a cantar hasta que pasa un minuto y diez segundos, de un tema que dura solo 3,05. La cantante está en acción menos de dos minutos.
Todo lo que para ella era ser negro en Estados Unidos en aquella época represiva lo vertía en esa canción. Con el paso de los años, y con el sufrimiento acumulado, las interpretaciones de Strange fruit por parte de Billie Holiday fueron más intensas. Durante alguna etapa de su carrera (la más oscura) llegó a quitar la canción de su repertorio. Pero siempre volvía a ella. Hubo incluso algunos promotores que le exigieron que no la cantara, sin duda por el impacto emocional que producía en ella y en la audiencia (los camareros dejaban de servir copas por respeto y escuchaban al fondo de la sala), pero ella empezó a incluir una cláusula en los contratos reservándose el derecho a interpretar el tema. (Carlos Marcos, 2014, El País).
Melódicamente no es una canción común. Arranca con una melodía de trompeta seguida de un piano. Holiday no entra a cantar hasta que pasa un minuto y diez segundos, de un tema que dura solo 3,05. La cantante está en acción menos de dos minutos.
Todo lo que para ella era ser negro en Estados Unidos en aquella época represiva lo vertía en esa canción. Con el paso de los años, y con el sufrimiento acumulado, las interpretaciones de Strange fruit por parte de Billie Holiday fueron más intensas. Durante alguna etapa de su carrera (la más oscura) llegó a quitar la canción de su repertorio. Pero siempre volvía a ella. Hubo incluso algunos promotores que le exigieron que no la cantara, sin duda por el impacto emocional que producía en ella y en la audiencia (los camareros dejaban de servir copas por respeto y escuchaban al fondo de la sala), pero ella empezó a incluir una cláusula en los contratos reservándose el derecho a interpretar el tema. (Carlos Marcos, 2014, El País).
"De los árboles del sur cuelga una fruta extraña.
Sangre en las hojas, y sangre en la raíz.
Cuerpos negros balanceándose en la brisa sureña.
Extraña fruta cuelga de los álamos.
Escena pastoral del valiente sur.
Los ojos saltones y la boca retorcida.
Aroma de las magnolias, dulce y fresca.
Y el repentino olor a carne quemada.
Aquí está la fruta para que la arranquen los cuervos.
Para que la lluvia la tome, para que el viento la aspire,
para que el sol la pudra, para que los árboles lo dejen caer.
Esta es una extraña y amarga cosecha".
Durante la huelga de músicos de 1940, un compositor Herzog, que no estaba afiliado al sindicato que la promovía se acercó a Billie Holiday y le propueso compartir los derechos de autor si le daba algunas ideas con expresiones sureñas y la interpretaba. Billie le soltó una expresión que le dijo su madre una vez que le pidió dinero prestado (no está claro quién a quién): God bless the child y le preguntó que quería decir. "Es lo que se dice cuando tu madre tenía dinero, tu padre tenía dinero, tu hermana y tu prima tenían dinero, pero tú no tenías un centavo: que Dios bendiga al niño que tenga su propio dinero".
A pesar de tocar un tema poco favorable para una canción de éxito, las estrecheces económicas, el éxito fue rotundo y 35 años más tarde entró en el Salón de la Fama del Grammy.
Aunque hay versiones instrumentales buenas, la canción debe su permanencia al dramatismo que encierra su interpretación vocal.
Aunque hay versiones instrumentales buenas, la canción debe su permanencia al dramatismo que encierra su interpretación vocal.
En 1947 se estrenó la película New Orleans sobre la historia de unos músicos en el año 1917 cuando estaba a punto de cerrarse el famoso barrio de Storyville. Aunque la película no se atiene mucho a la realidad si que nos da la oportunidad de ver y escuchar a Louis Armstrong y Billie Holiday que hicieron que ésta canción Do You Know What It Means To Miss New Orleans se hiciera famosa y fuera posteriormente adoptada por un sinnúmero de grandes artistas del jazz tradicional. La letra está salpicada de imágenes de gran viveza - magnolios en flor, enormes pinos, pantanos al claro de luna - y la melodía tiene el tono nostálgico para que el conjunto resulte verosímil.
Además podemos disfrutar entre otros del trombonista Kid Ory, el clarinete de Barney Bigard,. También pasa por allí el director de orquesta Woody Herman. En sus orígenes esta película fue un proyecto iniciado por Orson Welles.
Además podemos disfrutar entre otros del trombonista Kid Ory, el clarinete de Barney Bigard,. También pasa por allí el director de orquesta Woody Herman. En sus orígenes esta película fue un proyecto iniciado por Orson Welles.
La ciudad de Nueva Orleans, en la que convergían líneas férreas y marítimas desde todos los puntos cardinales, lugar de paso de gente de negocios y aventureros, desarrolló una agitada vida nocturna, especialmente después de la liberación de los esclavos (1863) y de la legalización del juego (1869). La prostitución se convirtió en un problema de muy difícil solución. La propuesta del concejal Story (de quien tomo nombre el barrio), perseguía un mejor control de la prostitución, al recluirla en un determinado perímetro.
En 1917, en plena Primera Guerra Mundial, el Comando de la Marina de los Estados Unidos ordenó el cierre del barrio, preocupado por las peleas, los robos e incluso los homicidios en que se veían implicados, o resultaban víctimas, los marineros en sus salidas. A pesar de la oposición del gobierno local, Storyville dejó de existir el 12 de noviembre de 1917.
Poco después se procedió a su demolición, sustituyéndolo por un proyecto urbanístico denominado Iberville. Ello supuso, naturalmente, el cierre de la mayor parte de los establecimientos y la desaparición del trabajo para un gran número de músicos. Precisamente en esta época, se produce la gran emigración de músicos de jazz hacia Chicago y Nueva York, lo que produjo cambios importantes en el desarrollo del jazz tradicional.
En 1917, en plena Primera Guerra Mundial, el Comando de la Marina de los Estados Unidos ordenó el cierre del barrio, preocupado por las peleas, los robos e incluso los homicidios en que se veían implicados, o resultaban víctimas, los marineros en sus salidas. A pesar de la oposición del gobierno local, Storyville dejó de existir el 12 de noviembre de 1917.
Poco después se procedió a su demolición, sustituyéndolo por un proyecto urbanístico denominado Iberville. Ello supuso, naturalmente, el cierre de la mayor parte de los establecimientos y la desaparición del trabajo para un gran número de músicos. Precisamente en esta época, se produce la gran emigración de músicos de jazz hacia Chicago y Nueva York, lo que produjo cambios importantes en el desarrollo del jazz tradicional.
En ésta secuencia de la película New Orleans se muestra la despedida de todos esos músicos. El título de la canción no podía ser más que Farewell to Storyville y además de Louis Armstrong y Billie Holiday, todos cantan la despedida y hacen mutis por el foro.
Y, finalmente, triunfan en Chicago y aquí los tenemos en The Blues are brewin'.
Hay una versión antológica en directo que uno no puede perderse, Fine and Mellow. Fue en un show de la CBS en 1957. Probablemente su mejor video aunque es cierto que hay muy pocos. También fue su última sesión con su querido amigo Prez (Presidente) Lester Young. Ella y Young – Billie le dio ese sobrenombre y él fue quien le llamó Lady Day –, habían sido “íntimos” durante largo tiempo pero ya no lo eran. Lester no se encontraba bien. Suponía que en el espectáculo estaría en una big-band y no podía con ello. El productor le dijo que en la sección de Billie eran un grupo pequeño y ella estaría sentada rodeada de unos pocos músicos y que él no tenía más que sentarse y tocar. Cuando llegó su solo, el segundo de “Fine and Mellow”, Lester se puso de pie y sopló el más puro blues.
Aunque lo he puesto más de una vez y en más de un sitio, no puedo dejar de ver y oír el que es para mi unos de los videos con mejores músicos y mejor pieza musical, mejor cantante y mejor ambiente de jazz. Empieza toda la banda con una progresión ya atractiva. Luego Billie, sin que aún se hubiera destrozado del todo la voz y el físico, comienza a cantar con el fondo de la progresión inicial. Se le ve contenta. Hay que tener en cuenta que muchos de los músicos que están allí han tocado con ella en muchas ocasiones y todos se conocen de sobra y todos han tocado con todos.
Aunque lo he puesto más de una vez y en más de un sitio, no puedo dejar de ver y oír el que es para mi unos de los videos con mejores músicos y mejor pieza musical, mejor cantante y mejor ambiente de jazz. Empieza toda la banda con una progresión ya atractiva. Luego Billie, sin que aún se hubiera destrozado del todo la voz y el físico, comienza a cantar con el fondo de la progresión inicial. Se le ve contenta. Hay que tener en cuenta que muchos de los músicos que están allí han tocado con ella en muchas ocasiones y todos se conocen de sobra y todos han tocado con todos.
En el primer puente, los solos de Ben Webster y Lester Young (saxos tenor). A Billie se le ilumina la cara y sigue el ritmo con la cabeza. Después del segundo coro de Billie, es el solo de Vic Dickenson – trombon, luego Gerry Mulligan – saxo barítono, Coleman Hawkins – saxo tenor, Roy Eldridge – trompeta, y acompañando todo Doc Cheatham – trompeta, Danny Barker - guitarra, Milt Hinton - bajo, Mal Waldron - piano y Osie Johnson – bateria. Lo mejor de lo mejor.
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